La Empatía: Clave para Conectar y Humanizarnos
Hoy vamos a hablar de un tema que es fundamental para nuestras relaciones y para lo que nos hace humanos: la empatía. ¿Alguna vez te has preguntado qué nos permite comprender y conectar emocionalmente con los demás?
Stéfano Durán
12/4/20243 min leer


La Empatía: Clave para Conectar y Humanizarnos
Hola, ¿qué tal? Te saluda Stéfano Durán, Psicólogo Clínico y Psicoterapeuta, y hoy quiero invitarte a reflexionar sobre algo fundamental para nuestras relaciones y lo que nos hace humanos: la empatía. ¿Alguna vez te has preguntado qué nos permite comprender y conectar emocionalmente con los demás? Vamos a descubrirlo juntos.
La Empatía: Lo que Nos Hace Humanos
La empatía es más que una simple emoción. Es la capacidad de sentir lo que otro siente, de ponerse en sus zapatos, y es el motor de las relaciones saludables y una sociedad más compasiva. Pero, ¿sabías que la empatía no solo es un fenómeno emocional sino también bioquímico? Hoy desglosaremos este tema en tres subtemas clave: la bioquímica de la empatía, la relación entre cortisol y oxitocina, y cómo el estrés nos pone en estado de alerta.
La Bioquímica de la Empatía
Nuestro cerebro, ese complejo y maravilloso órgano, juega un papel central en nuestra capacidad de empatizar. La oxitocina, conocida como la “hormona del amor”, y el cortisol, la “hormona del estrés”, son protagonistas en esta historia.
Oxitocina: Cuando te abrazan, cuando ayudas a alguien o simplemente sonríes, tus niveles de oxitocina aumentan. Esta hormona fortalece los vínculos emocionales y fomenta la confianza.
Cortisol: En contraste, el cortisol es la alarma que suena en nuestro cuerpo cuando estamos bajo estrés. Es necesario para la supervivencia, pero cuando está elevado de manera crónica, puede impedirnos conectar con los demás, centrándonos solo en nuestras propias preocupaciones.
El Equilibrio entre Cortisol y Oxitocina: Clave para la Empatía
Mucho cortisol, mucha angustia: Si has estado bajo mucho estrés, sabes lo difícil que es preocuparte por los demás. El estrés prolongado eleva los niveles de cortisol, causando ansiedad, irritabilidad y agotamiento emocional.
Poca oxitocina, poca confianza: La falta de interacciones positivas disminuye los niveles de oxitocina, lo que puede hacernos sentir aislados, desconfiados y menos abiertos a los demás.
Estado de Alerta: Cuando el Estrés Toma el Control
Nuestro cuerpo está diseñado para reaccionar rápidamente al peligro. El sistema nervioso activa la respuesta de lucha o huida cuando percibimos una amenaza. Pero cuando vivimos en un estado constante de estrés, esa alarma no se apaga.
Amenazas percibidas: Conflictos, problemas en el trabajo o incluso pensamientos negativos pueden desencadenar esta respuesta.
Estrés crónico: La exposición prolongada al estrés eleva el cortisol y nos deja atrapados en un estado de alerta constante.
Falta de apoyo social: La ausencia de relaciones positivas disminuye la oxitocina, reduciendo nuestra capacidad de sentir empatía y dejándonos vulnerables al estrés.
Conclusión
La empatía es más que una emoción pasajera; es una habilidad biológica que podemos cultivar. Mantener un equilibrio saludable entre el estrés y el contacto positivo es clave. Cuida tus relaciones, busca apoyo y sé consciente del impacto del estrés en tu capacidad de conectar.
Si este tema resonó contigo y quieres profundizar más en tu bienestar emocional, te invito a agendar una cita conmigo. Ya sea presencial u online, estoy aquí para acompañarte en tu proceso de autoconocimiento y crecimiento personal.
Además, te animo a seguirme en mis redes sociales, donde comparto contenido valioso sobre psicología y bienestar emocional. Encuéntrame en Instagram, Facebook, YouTube y TikTok, y no olvides compartir este artículo con quienes creas que puedan beneficiarse de él. ¡La empatía se fortalece cuando la difundimos!



